LIBROS QUE ALIMENTAN EL ALMA
¿Y si el viaje más importante de tu vida comienza al cruzar las fronteras de tu propio mundo interior?
En los recovecos más profundos de América del Sur, entre las vastas
llanuras de la Sabana de Venezuela y las densas selvas del Amazonas, se
despliega mi relato. He compartido la vida con comunidades indígenas, navegado
por los fascinantes cauces del Amazonas y contemplado la majestuosidad del
Machu Picchu en el silencio de la noche bajo la luna llena y he explorado las
montañas sagradas de Cuzco. Desde los límites australes de Tierra del Fuego
hasta los rincones más recónditos, he desafiado los límites de la geografía y
la comprensión humana.
En esa
travesía, mi mente se expandió, abrazando la sabiduría que emana de la
naturaleza y la riqueza de las distintas culturas que he tenido el privilegio
de conocer. ¿Cómo sería nuestro planeta si todos los niños y niñas crecieran
conociendo el mundo tal como es, inmersos en su diversidad y belleza? Fue en
ese momento de inspiración que nació mi gran sueño: tener una hija que
conociera el mundo viviendo en él. Quería que su escuela fuera en los distintos
rincones del planeta, donde ella misma pudiera ver que no hay fronteras y que
al convivir con personas de diferentes lugares y razas, comprendiera y actuara
en todas partes desde el respeto, la igualdad y la solidaridad.
En un mundo que
se tambalea bajo la carga de sus propios desafíos, desde la crisis climática
hasta tensiones geopolíticas, la solidaridad se erige como la clave para
superar pacíficamente los obstáculos que se avecinan. Reconocer que mi hogar es
el mundo es asumir la responsabilidad compartida de cuidar nuestro único hogar
común: la Tierra. Cada ser vivo, cada cultura, cada rincón, son parte integral
de este planeta.
Aquí inicia
nuestra travesía juntas, madre e hija, una autobiografía que entrelaza las
vibrantes culturas milenarias, guiándote hacia la esencia misma de la vida. A
medida que nuestros pies tocan tierras lejanas y nuestros ojos se maravillan
ante paisajes sorprendentes, cada paso se convierte en una invitación a superar
las tempestades internas y externas con valentía. Al abrazar el mundo he
descubierto que los verdaderos descubrimientos son aquellos que yacen en lo más
profundo de nuestro viaje interior.
Este relato no es solo una crónica de viajes; es un eco de la llamada interna que nos impulsa a trascender los límites de lo conocido y a explorar el potencial infinito que reside dentro de cada una. Te invito a unirte a nosotras en este viaje, donde cada capítulo es una ventana al asombro, cada encuentro es una lección y cada desafío es una oportunidad de crecimiento.